Tomar la decisión de llevar a un familiar a una de las residencias de mayores en Salamanca que podemos encontrar en esta provincia no es fácil, pero hay situaciones en las que es mejor que una persona veterana esté en una de ellas bien atendida.
En todas las provincias hay muchas residencias, de manera que tendremos que buscar cuál es la mejor para nuestro familiar atendiendo a sus necesidades y también teniendo en cuenta una serie de aspectos que hacen que las visitas sean algo más cómodas para nosotros.

La ubicación es muy importante
Que un jubilado vaya a una residencia no significa que lo tengamos que separar de la zona que conoce. Por eso, quizá uno de los consejos principales es buscar una que esté en los alrededores de la vivienda del anciano.
Si puede salir eso significa que no va a perder la relación con su entorno, y si tiene la movilidad reducida permitirá que reciba las visitas de sus amigos y familiares de forma mucho más frecuente.
Debemos de pensar que lo que siempre nos falta es el tiempo, de manera que cuando queramos ir a hacer una visita no es lo mismo que la residencia esté en nuestra ciudad a que lo esté en un pueblo a 50 km de donde vivimos.

Debemos saber con qué profesionales cuentan
A partir de los 65 años es cuando necesitamos más cuidados, por lo que hay que preguntar con qué profesionales cuenta la residencia y si son propios o externos.
Algunas residencias anuncian que tienen servicios médicos, pero en realidad usan el médico de los centros sanitarios asociados a su zona y lo mismo pasa con las enfermeras.
Además, sería importante que contasen con algún fisioterapeuta y también con animadores, pues la vida en las residencias puede ser muy aburrida.

Hay que hacer una visita previa al centro
La visita al centro antes de llevar a nuestro familiar es vital, pues así veremos dónde está y cómo es por dentro.
Debemos fijarnos en que sea accesible en todas sus zonas y en las habitaciones, que tienen que ser individuales y con sistemas de llamada de emergencia. Por supuesto, los cuartos de baño deben estar adaptados pues solo es cuestión de tiempo que la persona que va a vivir en la residencia presente problemas de movilidad.
El entorno también es importante y en la visita veremos si está ubicada en una zona tranquila, con parques y jardines, si hay transporte público y en definitiva, si la residencia se ha construido en un lugar adecuado para personas mayores a las que les importa mucho la tranquilidad y el descanso.

Hay que conocer bien los horarios de la residencia
Todas las residencias de ancianos tienen sus horarios y debemos conocerlos bien, sobre todo con la finalidad de saber si son compatibles con los nuestros.
Es posible que por alguna razón las visitas no coincidan con nuestro tiempo libre. Si esto es así es mejor elegir otro centro, pues no hay nada peor para un anciano que no recibir las visitas de sus seres queridos y de ahí que sea mejor evitar aquellos lugares con horarios de visitas demasiado estrictos.