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Diario YA


 

La insostenibilidad económica de la actual estructura del Estado

El debate sobre las autonomías

Covadonga.   En realidad fue José María Aznar quien reinició en su momento el actual debate sobre la necesidad de modificar el estado de las autonomías. Y Mariano Rajoy quien trata de cerrarlo cuando afirma “Ni me planteo abrir un debate sobre el Estado autonómico”. Es probable que, entre otras razones, después de las muchas reformas que el Gobierno está emprendiendo, no le haya parecido el momento de abrir un tema de semejante calado.

El sistema autonómico quiebra la unidad de España. En materia de Educación, crea un pensamiento que en algunos casos puede ser sectario y separatista. Los niños españoles conocen una Historia y una Geografía muy diferentes, según en que parte del país estudien. Además, las autonomías generan duplicidades y redundancias en las distintas comunidades que dan lugar a unos números rojos más que preocupantes. España es plural, rica y muy variada, pero no por eso debe caer en la ruina del despilfarro. En tiempos de crisis urge una austeridad presupuestaria.
 
Se suele decir que las Comunidades autónomas fueron una idea de la transición para solucionar el problema político existente en Cataluña y el País Vasco, las llamadas “Comunidades históricas”. La Ley de Proceso Autonómico abre un periodo conflictivo por la lucha de competencias entre el Estado y las comunidades. Cuando PP y PSOE comienzan a desarrollar el pacto autonómico desde 1990, se atenúan los conflictos a cambio del traspaso de competencias a las “Comunidades no históricas”. Sin embargo, las posiciones en el tema de los dos principales partidos políticos existentes en España, comienzan a divergir cuando en 1996 el PP llega al poder.
 
Es en este momento cuando el debate sobre las autonomías cobra mayor fuerza al demostrarnos la praxis que es un lastre de tal envergadura que España no se lo puede permitir. El objetivo de reducir el déficit es imposible de cumplir con este sistema. Tanto es así, que los mercados internacionales no se acaban de creer que España pueda realizar una mejora sostenible de sus finanzas con semejantes cuentas que presentan nuestras 17 comunidades autónomas. Unas cuentas que, por otra parte, no son siempre transparentes.
 
En realidad es Esperanza Aguirre quien sigue lo que ya comenzó Aznar, a pesar de no contar con apoyos dentro de su partido, cuando afirma la necesidad de revisar el Estado de las Autonomías para que el Gobierno recupere transferencias como Educación, Sanidad y Justicia, consiguiendo así un ahorro notable. Por su parte, el PSOE califica la propuesta de Aguirre de “barbaridad”, negándose a apoyarla. Sin embargo, tanto PP como PSOE son conscientes de la insostenibilidad del modelo económico de las autonomías, pero la necesaria reforma de la Constitución, el revuelo general que supondría y la disminución consiguiente de votos de lo que se considera una “medida impopular” hacen que nadie se atreva a decirlo, aunque lo piensen. 

 

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