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Diario YA


 

Para sonrojarse

Redacción Madrid. 16 de enero.

Se prevén días calentitos en el Real Madrid. A esta hora, cuando usted lee esto, no sé realmente si Ramón Calderón ha dimitido, esta dimitiendo o sigue siendo presidente pero lo que está claro, es que independiente de quien sea la cabeza visible de la entidad, la situación que atraviesa el Real Madrid es insostenible. No puede seguir así ni un minuto más ya que es una nave a la deriva que ha perdido a marchas forzadas el señorío y el respeto que se ha ganado a pulso durante más de cien años. Estuve presente en el esperpento de la Asamblea y ya denunciamos en su momento que en pleno siglo XXI, una entidad que se dice moderna, diera ese espectáculo de voces, gritos, insultos censura y voto a mano alzada. Evidentemente ni Calderón es el primer presidente blanco que manipula ni será el último pero en esta época, ya no vale lo de antes, ya no hay un Antonio Calderón, un Raimundo Saporta, un Agustín Domínguez o un Fernández Trigo que controlen todo el corral. Tampoco ahora hay dos o tres medios como antes. Otros presidentes también han cometido irregularidades y casi ninguno ha sido linchado públicamente como lo ha sido Ramón Calderón, él sabrá los motivos. Lo que mal empieza mal acaba y desde luego los primeros pasos en la presidencia blanca de Calderón, ya se dieron bajo sospecha. El asunto del voto por correo salpicó un mandato al que le ha faltado credibilidad y en el que, aunque no sea así, la sensación de improvisación ha estado presente en todos los ámbitos, desde las decisiones de la Junta hasta la elección de los fichajes. Efectivamente en este periodo se han ganado dos ligas pero eso al final es una anécdota ante tanta sinrazón. Calderón no tiene credibilidad ya que habla demasiado, El miércoles mismo decía que dimitir era de cobardes y escuchándole, parece que no ha roto nunca un plato, ¿quién cree a Calderón?. ¿Y la Junta directiva, por qué no presionaron para forzar la dimisión antes y si ahora? No sé dónde acabará este asunto pero estoy seguro que muchos aficionados dormirán felices este domingo si su equipo gana a Osasuna mientras que la gran mayoría del madridismo de corazón, vuelve a sonrojarse ante la vergüenza que le produce ver que su equipo ha pasado de un club señor a un equipo del que se mofa el mundo entero.

 

Etiquetas:Miguel Ángel Guijarro